El Decanato de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Granada quiere emitir un comunicado ante las manifestaciones y opiniones que están teniendo lugar en nuestra comunidad académica en relación con la impartición temporal de la docencia de los grados en Historia del Arte e Historia, en cursos alternos, en el edificio del V Centenario, mientras no dispongamos de aulas suficientes. Es comprensible que esa propuesta, aprobada por la Junta de Centro (órgano democrático de participación, deliberación y decisión de todos los sectores y miembros de la Facultad), suscite posiciones diversas, continuando con un debate que hay que llevar a cabo en condiciones adecuadas para atender las distintas razones que sobre ello se exponen.
En primer lugar, compartimos la inquietud del profesorado, estudiantado y personal de administración y servicios de Filosofía y Letras en general, y del Grado en Historia del Arte en particular -por ser el título que trasladaría en primer lugar su docencia en el curso 2022-2023-, sobre cómo resolver el grave problema estructural de espacio que tiene la Facultad. Por eso, trabajamos día y noche -en sentido literal- desde que asumimos la responsabilidad de la gestión de nuestro Centro, con la Junta de Facultad y con todos los Departamentos y Coordinaciones de Grado, por encontrar una solución lo más satisfactoria posible para solventar los problemas de espacio que nuestro Centro acusa y garantizar con ello el correcto desarrollo de la actividad académica. El martes 24 de mayo de 2022 constituimos una mesa de diálogo -donde participan todos los sectores: PDI, estudiantado y PAS- para este fin y estamos explorando la viabilidad de todas las propuestas planteadas con el Departamento de Historia del Arte y con el Rectorado, y, luego lo haremos con la Junta de Centro. Para abordar estas soluciones y conseguir el aulario y otras necesidades relativas a espacios en la Facultad y en el Campus de Cartuja, confiamos en el apoyo y en la gestión de la rectora y de su equipo, así como en quienes en su día les sucedan, a tenor de las dinámicas previsibles en nuestra institución universitaria.
En segundo lugar, defendemos el derecho a la movilización del estudiantado, compartiendo sus anhelos y preocupaciones, siendo conscientes de la necesidad de escuchar, desde la crítica constructiva, las opiniones y sensibilidades de todos los colectivos implicados en el funcionamiento de nuestra Facultad. Desde esta mentalidad, asumida como una de nuestras señas de identidad, valoramos que nuestro estudiantado se implique activamente en los asuntos que competen a nuestro Centro. Sin embargo, entendemos que el legítimo derecho a manifestarse no debe estar reñido con unas fórmulas de respeto individual y colectivo básicas que consideramos fundamentales para garantizar el buen entendimiento y la convivencia cotidiana en nuestra Facultad. En este sentido, actuaciones como las que llevamos viviendo y presenciando en los últimos días (persecución de la decana por la facultad, entorpecer los actos en los que participa, intimidarla con “paseíllos” cuando asiste a un Consejo de Departamento de Historia del Arte, ocupar los pasillos de su departamento y dirigirse al aula donde imparte sus clases, impedir el acceso y trabajo en los despachos del Decanato, y distribuir imágenes sexistas y violentas en la Facultad y a través de Twitter, etc.) no constituyen el mejor canal para la resolución de esta situación, sino todo lo contrario. El respeto, el diálogo y la concordia son y deben ser las vías para la canalización de reivindicaciones y la expresión de necesidades.
El Decanato de la Facultad de Filosofía y Letras siempre se ha volcado en la resolución de los problemas de toda su comunidad, mediante un análisis objetivo y global de la situación, un trabajo esforzado y buena voluntad, en un ambiente de colaboración con el resto del Centro. Aunque no hemos querido pronunciarnos hasta ahora sobre esta situación para dar ejemplo de resiliencia y de respeto, el hecho de estar entrando en una preocupante dinámica de acoso y hostigamiento hacia la decana y su equipo nos lleva a la decisión de pronunciarnos ante el perjuicio que tales actuaciones nos están causando tanto a nosotros/as como a toda la Facultad.
Finalmente, os pedimos que unamos fuerzas, desde el respeto y la fraternidad, y que trabajemos juntos y juntas desde dichos valores de convivencia por el bien común de la Facultad de Filosofía y Letras, por conseguir el aulario y las inversiones en el edificio principal que tanto necesitamos; así como por poner en valor nuestra razón de ser colectiva: las Humanidades.
Equipo decanal